El derecho de poseer y llevar armas de fuego – por diversión y por defensa personal – es uno de los derechos fundamentales para los ciudadanos y residentes permanentes en este país. Sin embargo, no es un derecho permanente, y es posible perderlo bajo ciertas circunstancias. Es importante saber si usted todavía tiene el derecho de poseer un arma de fuego antes de obtener uno, para evitar problemas legales mayores que podrían agregar penalidades graves adicionales a una condena penal.
Una condena por un delito mayor
Hay leyes estatales de Washington y federales que establecen que una persona puede perder su derecho de tener un arma de fuego después de una condena por un delito mayor (a veces conocido como felonía).
Por suerte, bajo ciertas circunstancias, es posible restaurar este derecho después de perderlo (enlace en inglés). Consulte a un abogado que pueda analizar su situación individual para ver si sería una opción en su caso volver a obtener este derecho.
Condena por violencia doméstica
Bajo ciertas circunstancias, es posible perder el derecho de tener un arma de fuego después de una condena por violencia doméstica, aun si es clasificado como delito menor. La violencia doméstica no está limitada a violencia física contra un cónyuge. Una condena también puede ser por amenazas o violencia emocional, y puede ser contra sus hijos u otra persona con quien convive.
Órdenes de restricción
Si alguien solicita de un tribunal una orden de restricción contra de usted, es posible que usted no pueda llevar un arma de fuego mientras esté vigente la orden. Usted podría solicitar una modificación de la orden si piensa que no es justa bajo las circunstancias.
La capacidad de defenderse con un arma es importante, pero es esencial saber las restricciones de la ley y seguirlas. Una condena por posesión ilegal de un arma es un delito evitable, y no vale la pena. Si usted tiene dudas sobre si tiene el derecho de poseer un arma o no, contacte a un abogado para un asesoramiento sobre sus derechos.