Una de las posibles peores situaciones que podemos experimentar es el de tener una conversación con un representante de la justicia como posibles sospechosos de haber realizado algo en contra la ley. En esta situación, tal vez busquemos cooperar con las autoridades en todo lo posible, pero, ¿qué sucede en el caso de que sean las mismas autoridades las que no sigan los protocolos o usan mayor fuerza de la debida?
Los legisladores han hecho esfuerzos para establecer mayores límites y definiciones sobre los escenarios en los que un agente de policía podría hacer uso de la fuerza física. Uno de estos instrumentos es la ley HB 1310.
Lo que dice la ley
En uno de sus primeros mandatos, apela al buen juicio de cada integrante del cuerpo de policía y los invita a buscar alternativas o tácticas que no impliquen fuerza para controlar una situación. De hecho, se menciona que, a partir del 6 de diciembre de 2018, todo policía debe recibir capacitación en métodos alternativos para evitar el uso de la fuerza física.