Asesoría compasiva Defensa ferviente

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Asesoría compasiva
Defensa ferviente

Una defensa estratégica contra cargos de agresión

Si usted enfrenta cargos por haber agredido a alguien, por lo regular, argumentar autodefensa es la mejor opción. En la mayoría de las acusaciones por crímenes, la negación es la mejor estrategia, pues pone del lado del fiscal toda la carga de probar cada elemento legal del delito. En el momento en que usted afirma que su actuar fue para evitar una amenaza a su propia seguridad, esto se convierte en una defensa afirmativa poderosa que la fiscalía debe superar.

Cada caso es único, y es por esto que los abogados de defensa penal examinarán las circunstancias de su arresto y escucharán su versión de lo sucedido. Después, armaremos una defensa sólida, ya sea algo relacionado con autodefensa o alguna otra opción que ponga en duda la historia del acusado y el caso del gobierno. En nuestra trayectoria profesional, hemos obtenido buenos resultados por cargos de agresión en grado de delito menor y mayor, lo que incluye alegaciones de agresión doméstica en Tacoma y en condados vecinos.

Entender un cargo por agresión

“¡Ni le puse un dedo encima!” La ley sobre agresiones en el estado de Washington es el resultado de la ley no escrita, o “common law”, en lo que se refiere a agresiones verbales y físicas. Por lo regular, una agresión verbal (“assault”) se definía como provocar temor a alguien, mientras que agresión física (“battery”) era en sí el acto de golpear. Actualmente, ambos crímenes se combinaron en el concepto de agresión, o “assault”  (WPIC 35.50). De este modo, una agresión puede referirse a un contacto dañino u ofensivo a través de amenazas verbales o gestos amenazadores.

También existe un cargo aparte llamado intento de agresión (“attempted battery”), lo que se refiere a intentar o tener la intención de golpear a alguien y fallar). Por lo regular, el grado de la agresión está relacionado con el grado de daño físico o con los factores agravantes, por ejemplo, si hubo armas involucradas.

Agresión de cuarto grado

Agresión 4 es el más común; pensemos en el puñetazo o empujón que todos conocemos, o incluso en un escupitajo. Sin embargo, algunos de estos puñetazos, más si son a la cabeza, pueden ser un riesgo y provocar daño físico, y por ello, la fiscalía podría perseguir este delito más agresivamente. Este tipo de agresión es el más común en una alegación de violencia doméstica. Incluso acciones aceptadas socialmente que vemos en el cine y en la televisión como agarrar, retener, restringir o abofetear  pueden convertirse en una acusación de violencia doméstica tipo agresión grado 4.

Agresión de tercer grado

Agresión 3, por lo regular, se relaciona con el tipo de víctima. En este caso, muy comúnmente la víctima pertenece al orden público. Es importante notar que ni siquiera es necesario saber que se está agrediendo a un integrante del orden público, por ejemplo, un policía encubierto que resulta golpeado puede culpar a su agresor de haber cometido una agresión grado 3. Bomberos, conductores de autobuses y otros empleados del transporte como trabajadores de transbordadores, funcionarios judiciales, y prácticamente cualquier persona que labore en un tribunal, médicos y enfermeras(os) que se encuentren trabajando también pertenecen a otras clases con protección especial. Disparar a un oficial de policía con un arma paralizante es una agresión 3. Este grado de agresión también puede basarse en negligencia criminal, dependiendo de la lesión.

Agresión de segundo grado

Una agresión 2 es de especial relevancia, pues es un delito que puede llevar a una convicción severa (tres convicciones graves significan una sentencia a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional). La base más común para este tipo de agresión 2 es estrangulación (si en un momento dado se interrumpe la respiración de un individuo. Obviamente, si usted terminó de estrangularlo, entonces se considera asesinato). Del mismo modo, si la lesión fue una fractura, también se considerará como agresión 2; hemos tenido casos como esos, en los que hubo de por medio un dedo fracturado o una fractura en la mano. Si bien no hemos tenido un caso de agresión 2 por un dedo del pie fracturado, estamos seguros de que existen muchos fiscales que acusarían a una persona por este delito si se les da la oportunidad.

Una agresión de grado 2 también ocurre cuando se utiliza un arma mortal (esto es, como una clava o un cuchillo, pues un arma de fuego generalmente es agresión 1). El uso de veneno o de otras sustancias peligrosas también se puede considerar como agresión 2. Tuvimos el caso de una mujer que presuntamente lanzó cloro a otra mujer, y se le culpó con un delito de agresión grado 2. Una agresión con la intención de cometer un delito mayor es agresión 2.

Agresión en primer grado

Esto nos lleva a nuestro tipo más severo de agresión, que es agresión en primer grado, intento efectivo de asesinato. Un delito de tipo agresión 1 regularmente está reservado para alguien que dispara (de manera no mortal) o intenta disparar a otra persona. Incluso, un fiscal lo suficientemente agresivo ha levantado acusaciones de agresión 1 por tan solo mostrar un arma, y esto es posible porque este crimen se define como la agresión a otra persona mientras se tiene la intención de causar un daño físico considerable. Si estaba prestando atención recordará que, por el simple hecho de que le haga sentir miedo a alguien, usted está agrediendo a esa persona. De este modo, si usted muestra un arma de fuego, provocará temor a la persona a la que enseña dicha arma, incluso sin siquiera haberle apuntado. Un arma puede provocar un daño corporal considerable, y el fiscal le dejará al jurado inferir si hubo un intento de causar daño o no.

Sanciones por una convicción por agresión

Una agresión 4 puede ser un crimen o un delito menor grave que se castiga hasta con máximo un año de prisión y una multa de máximo $5,000. La agresión 3 es un delito mayor de Clase C que lleva hasta cinco años de prisión y una multa no mayor a $20,000. Agresión 2 es un delito mayor Clase B con hasta 10 años de prisión, más una multa de hasta $20,000. Agresión 1 es un delito mayor Clase A que puede significar prisión de por vida una vez declarado culpable, con una multa de hasta $50,000.

Incluso si usted no pisa una prisión, las consecuencias pueden ser severas. Un antecedente penal, especialmente si incluye un delito mayor, puede evitar que usted consiga un empleo, un hogar, entre otras cosas en distintos aspectos de su vida. Una convicción por una agresión en grado de delito mayor también significará que usted perderá su derecho a poseer un arma de fuego, y en Washington es muy difícil recuperar ese derecho.

Autodefensa y otros argumentos contra una acusación de agresión

Tal y como comentamos anteriormente, si usted fue acusado de agresión en primer, segundo, tercer o cuarto grado, la autodefensa es generalmente su mejor estrategia. Cuando la defensa presenta evidencia de que hubo una autodefensa, la carga del caso cambia a la fiscalía y será ella quien deberá desmentir el argumento de autodefensa más allá de cualquier duda razonable. Existen distintos tipos de autodefensa, siendo uno de ellos la provocación, es decir que la otra parte lo incitó a la agresión o hizo que la agresión (en este caso, un “assault & battery”) fuera la única manera de escapar de una situación peligrosa. Otro argumento es el combate mutuo, que implica una pelea a puñetazos, pero usted fue el que resultó acusado porque fue quien terminó dicha pelea.

A esto se agrega la “doctrina del castillo” o el estándar legal de la falta del deber de retirarse (“No Duty to Retreat”), que existe en Washington, y que le permite defender su hogar o a los miembros de su familia, o simplemente defender su posición en un lugar público frente a una amenaza. Esta podría ser una de las posturas legales más sólidas que entrega la ley de Washington.

Si bien la autodefensa solo aplica a todos los grados de agresión, el uso de la fuerza debe ser razonable. Una persona no puede sacar un arma de fuego y disparar solo porque alguien lo empujó. En general, fuerza razonable se define como la fuerza que equivale a aquella con la que usted fue amenazado. De este modo, si alguien lo amenaza con un arma, entonces usted podría sacar un arma. Si alguien lo empuja o lo golpea, usted puede detener los golpes pero, al hacerlo, debe evitar estrangular a la otra persona. La mayoría, así como nosotros, seguramente vio la película ConAir, en donde el personaje de Nicolas Cage estaba preso porque, a pesar de que solo se defendió, se determinó que el grado de entrenamiento que tenía aumentaba su grado de fuerza. Esto se resume a la decisión del Jurado respecto a si la fuerza utilizada era razonable, y es una de las tantas razones de peso para conseguir un abogado de defensa excelente.

Es importante destacar que la autodefensa también puede incluir la defensa de otras personas o de la propiedad. Usted tiene permitido defender a su cónyuge, a sus hijos e incluso a cualquier extraño en la calle; puede defender mascotas que sean consideradas como una propiedad de conformidad con la ley, aunque en la actualidad varias personas consideran a sus mascotas como personas. Tal y como se mencionó anteriormente, por lo regular, un jurado es el que regularmente decide sobre estos problemas. Obviamente, mientras más fuerte sea la conexión emocional y vulnerabilidad de la persona a la que usted está defendiendo (por ejemplo, niños o personas de la tercera edad), es más probable que el jurado encuentre que usted utilizó la fuerza de manera justificada.

Desde el punto de vista del procedimiento, usted tiene derecho a defenderse (o a defender a otras personas o propiedad). Esto significa que el acusado ni siquiera debe testificar, y la decisión sobre si testifica o no se reserva al acusado para presentar su defensa. Si un testigo, o incluso la presunta víctima presenta información de que el acusado estaba utilizando la fuerza de manera legal, el acusado podrá no presentarse al contrainterrogatorio. Algunas veces es mejor contar su lado de la historia a través de otros.

Reembolsos por acusaciones falsas o maliciosas

Por último, tener una defensa legal puede ser muy costoso, especialmente para las clases más severas de agresión. Adicionalmente, si el estado presenta el cargo y el jurado encuentra que el acusado es no culpable en razón de que ejerció autodefensa, entonces el acusado podrá recibir un reembolso por el costo de su defensa legal. Esta es otra razón por la que la autodefensa es la mejor defensa, valga la redundancia, cuando se trata de luchar contra una alegación de agresión.

Este reembolso incluye todos costo razonable por su defensa. Usted podría pensar que los gastos que representa el proceso podrían evitar que los fiscales no trabajen en casos sin antecedentes tan claros. Sin embargo, en nuestra experiencia, hemos visto que la mayoría de los empleados de gobierno se comportan como si los costos no fueran un problema o impedimento, algo desafortunado que pone en riesgo nuestros impuestos pagados. Dicho esto, al menos es probable que usted no se quede con la deuda por defenderse a sí mismo de una agresión y por una alegación por agresión.

Sabemos cómo enfrentar los cargos por agresión

A pesar de que una agresión sí es una alegación grave (y ni siquiera hablamos aquí de las consecuencias adicionales en el caso de que esta agresión se determinara como violencia doméstica), existen argumentos para defenderse en contra de un cargo de esta naturaleza. Ciertamente, la autodefensa o la defensa de otros o de la propiedad están dentro de los mejores argumentos. Sin embargo, existen otras posibles defensas o problemas de prueba para la fiscalía, incluso si dichas defensas no están disponibles para usted o no apliquen a su caso.

Así como la autodefensa es la mejor estrategia legal, The Law Offices of Smith & White, PLLC, es el mejor despacho de defensa disponible para usted. Llame al nap_phone id=”LOCAL-CT-NUMBER-1″] o envíe un correo de inmediato para obtener una consulta legal. Se habla español. Ejercemos en las cortes penales de los condados de Pierce, Thurston, Kitsap y King.