Cualquier persona en este país – no solo los ciudadanos – tiene ciertos derechos durante una interacción con la policía, la corte, u otra parte del sistema judicial. Las Quinta y Sexta Enmiendas de la Constitución existen para dar a usted las armas que puede usar para defenderse contra las acusaciones penales. Pero estas armas no son automáticas; no tienen ningún efecto si usted no las sabe invocar correctamente.
Los derechos que usted tiene después de ser arrestado
Cuando usted está detenido por la policía, cualquier cosa que usted dice se puede usar contra de usted por el fiscal durante los procedimientos criminales. En un momento de alta adrenalina, es fácil incriminarse diciendo algo que le puede arruinar por completo la defensa contra los cargos. Es por esto que la Constitución le da a usted el derecho de guardar silencio.
Por suerte, usted no tiene que enfrentar el sistema judicial solo. Usted también tiene el derecho de tener un abogado a su lado durante cualquier interrogación policial y en casi todos los procedimientos en la corte, que lo puede aconsejar en cómo contestar a las preguntas y qué no decir para evitar de incriminarse.Cómo invocar esos derechos
Usted tiene que invocar estos derechos explícitamente, sin dudar y sin palabras que se pueden interpretar como que todavía está decidiendo si quiere invocarlos o no. Las palabras como “Quizás debería hablar con un abogado,” no tendrán ningún efecto legal.
Por ejemplo, si la policía le está interrogando, y usted les dice “Estoy invocando mi derecho de guardar silencio y mi derecho a un abogado,” la policía está obligada a parar la interrogación hasta que llegue su abogado.
En este país, cada acusado es inocente hasta que el fiscal pruebe con evidencia que es culpable. Es una lástima cuando un acusado se incrimina y arruina su defensa porque no sabía cómo invocar sus derechos adecuadamente.
